domingo, 15 de noviembre de 2009

Asociación Linares Baeza Amigos Ferrocarril


El 14 de noviembre de 2009 la Asociación Linares-Baeza amigos del ferrocarril organizó el VII encuentro, y la verdad que fue un éxito, a todos los niveles.

Allí nos concentramos gentes de los cuatro puntos cardinales, desde Reus a Huelva, pasando por Valencia, Alcala de Henares, Almería, Córdoba, Jaén, ..., y se vivió una jornada muy ferroviaria.

Ésta ya empezó durante el trayecto Valencia-Linares, donde Ángel, Javi, Vicente y yo mismo estuvimos prácticamente todo el viaje hablando de una de las cosas que más nos gustan: los trenes. Aspecto este que se acentuó cuando alcanzamos la N-4, por donde discurre en paralelo la línea férrea Madrid-Cádiz, y que entró casi en éxtasis al cruzar Despeñaperros.

Una vez llegamos a Linares, y tras la recepción y entrega de material, ya nos dirigimos hacia el viaducto de El Salado. La verdad que si no conoces la zona está "jodidillo, pero voy a intentar describir como llegamos para que quien quiera acercarse, pueda hacerlo. Coge en Linares la N322, que pasa junto a la estación, y dirígete hacia Úbeda.
Puente de El Salado
Al llegar a la rotonda de entrada de Úbeda, coge la A401 dirección Guadix. Cuando llegues al cruce de la A-6105, sigue por esta carretera unos cuantos km, donde irás en paralelo a la vía, y cuando llegues a un cruce donde a tu derecha queda un puente para evitar la línea férrea, gira a la derecha y sigue el camino de tierra. Por este deberás ir unos cuantos km, cruzarás un paso a nivel sin barreras y verás otro que te quedará a tu izquierda. El camino termina en el puente.

Talgo Madrid Almería


Bueno, tras la visita al puente y el paso del talgo Madrid-Almería, nos dirigimos a la estación de Larva, recientemente restaurada y que se encuentra a unos 3 o 4 km del pueblo. De aquí ya regresamos a Linares, donde se procedió a hacer la inauguración del vagón tipo J que la asociación ha adquirido y de ahí pasamos a la maravillosa barbacoa que habían preparado los amigos y amigas de la asociación.


vagón tipo J adquirido por la asociación


Tras llenar la tripa y saciar la sed, llegó la hora de "cazar" el García Lorca, que en Linares se desdobla en dos ramas. La que continúa hacia Córdoba-Sevilla y la que se dirige bien a Granada o a Almería. Los sábados le toca a Almería, y en este caso era un solo coche de viajeros lo que tenía que arrastras la 319.319, vamos que ni despeinarse para una locomotora que es capaz de arrastras carboneros o lo que le echen.

Herbicida nº 3 en laestación de Linares a punto de partir

García Lorca a su entrada a Linares


Tras la maniobra, con sus respectivas fotografías y videos, nos despedimos de los compañeros, pues aún teníamos que regresar a Valencia y nos quedaban otras 4 horas de regreso.

martes, 10 de noviembre de 2009

Capçanes

Hace unos días marche a Capçanes, Tarragona. Era la tercera vez que me acercaba a la zona, pues con anterioridad había estado en Duesaigües y también en Capçanes, pero no se me había dado muy bien la caza fotográfica. En la primera me coloqué en mala posición, pues pillé los trenes de culo, y la segunda no circuló ni una mosca despistadilla, dado que era agosto. En este caso, debí imaginar que ocurriría eso.
Largo papelero arrastrado por una 253, Traxx
Portacoches arrastrado por una 269, alias la japonesa

Pero esta tercera vez ya fuí más previsor. Estuve recabando información de trenes, día con más circulaciones, horarios y lugar adecuado para "pillar" los trenes en el lugar adecuado.


Así que salí de Valencia a las 6:30 de la mañana y tras tres horas de plácido viaje (esto es coña, pues hacía un aire que se llevaba el coche) paré en Guiamets, a 5km de mi puesto de caza a ver si en esa estación abandonada y por donde discurre la línea Barcelona-Caspe-Zaragoza-Madrid, era un sitio apetecible para ir por la tarde. Mal hecho, pues a los 5 minutos pasó un mercante con todo tipo de vagones y arrastrado por una doble 269, alias japonesa.
Mi querido salero de Flix arrastrado por doble de japonesas
Así que me dejé de experimentos y me dirigí a Capçanes. Rápidamente localicé mi emplazamiento, y desde las 10 de la mañana hasta las 17:30 apenas me moví de mi puesto (salvo 10 minutos para ir a por un bocadillo).

Regional destino Zaragoza a su paso por el viaducto de Capçanes

Tengo que decir que el sitio es estupendo, pues se pilla a los trenes en un curvón impresionante y donde el sol está en posición inmejorable desde que sale hasta que se pone. Encima, corriendo 30 metros, podía cazar a los trenes cruzando un viaducto, en un marco impresionante, pues al fondo hay un pantano y montañas. Es decir, un marco, como se suele decir incomparable.

Así que esperaba unos 6 mercantes, y pude cazar 5 y una circulación especial de dos 253 o traxx de Comsa.


Doble de 253, TRAXX, en pruebas de la compañía COMSA


Pero el que más esperaba casi no lo pude fotografiar, pues el ocaso se acercaba y el sol avanzaba hacia la vía. Pero cuando ya estaba perdiendo la esperanza, comencé a escuchar un ruido maravilloso, y allí estaba tomando la curva una doble de 335 deECR arrastrando un inmenso TECO de acotral.


TECO de Acotral el esperado y deseado


Pero ahí no terminaba todo, pues a los 3 minutos exacto pasó un crossrail de Takargo, que cerró la jornada.
TECO de Crossrail arrastrado por la takargo 6005

Esta no ha sido la última salida a esa línea, pues espero poder escaparme a Samper a "pillar" los carboneros.

domingo, 18 de octubre de 2009

La Crisis Económica afecta al transporte ferroviario de mercancías

El pasado 9 de octubre, día de la Comunidad Valenciana, un grupo de amigos decidimos realizar una escapada ferroviaria a Quero, provincia de Toledo. Elegimos esta localidad por que esta justo antes de Alcazar de San Juan, nudo ferroviario, donde los trenes procedentes del centro de España pueden dirigirse o bien al Levante, Extremadura o Andalucia. Por coincidir todos esos posibles destinos en Quero, preveiamos que podriamos "cazar" más de un mercante. Pero se quedó en eso, en la previsión.

Talga 354 Virgen de Covadonga a su paso por Quero. Esta fue de las pocas alegrías de la mañana.




Llegamos a las 8:55 de la mañana a Quero, tras tres horas y cuarto de viaje, y permanecimos en la estación hasta las 14 horas, y en esas 5 horas no pasó ni un mercante. En este dato se refleja perfectamente la situación económica que esta pasando nuestro país, y que a nivel ferroviario se ve en el marcado descenso del tráfico de mercancías. Aunque este descenso también está provocado por la falta de interes de los responsables de Renfe y Adif, por la poca inversión y política de precios competitivos para mejorar este tipo de transporte. Aunque se haya realizado un pedido, originalmente de 100 locomotoras de Bombardier, conocidas como Traxx o serie 253, para realizar servicios de mercancías y reducido a 75.
S-121 realizando un servicio de pruebas y homologación de maquinistas. Otra de las sorpresas.

Esto se puede decir que es una inversión algo exagerada, pues en los últimos tiempos Renfe se está deshaciendo de material, vendiendoló a Argentina, que perfectamente podría seguir funcionando. Comentar que en países como Francia o Italia, nada subdesarrollados, siguen teniendo locomotoras con más de 20 años de servicio, y funcionan perfectamente, mientras que aquí con poco más de 2o años se dan de baja o se venden, caso de los modelos 250, 319 o 269 ( esta última si que tiene más de 25 años). Con una ligera inversión en mantenimiento de las locomotoras existentes se podría alargar su periodo de vida y mantener una flota de locomotoras adecuado, sin obviar también la renovación, pero no con 100 locomotoras que ya han visto que es un estipendio demasiado importante.

Mercante arrastrado por una 253 o Traxx de las que se encargaron 100 y ya se ha reducido a 75



En fin, que esperemos que conforme vaya pasando la crisis el sector ferroviario de mercancías aumente su peso.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Qué es lo que me atrae del tren?

¿Qué es lo que me atrae del tren?

Esta es la pregunta del millón, y que casi todos los que tienen esta o cualquier otra afición, seguramente se la habrán hecho.

Por que ya me diréis que estar horas bajo el sol, la lluvia, el calor o el frío, hacer cientos de kilómetros, para ver pasar durante un instante un tren y fotografiarlo ¿Qué interés tiene? Pues aunque os resulte extraño, mucho, pues los trenes nos hablan de muchas cosas, desde historia a economía, desde geografía a filología, por no hablar de tecnología, arquitectura y comunicaciones, pero sobre todo me producen emoción.

Direís, va historia. Pero reflexionar un poco e imaginar que hubiera sido de la sociedad en los últimos 150 años sin el invento de la máquina de vapor, y con ella del tren. … Es difícil de imaginar verdad. Pues la economía también va de la mano del desarrollo del ferrocarril. Sino como se hubieran llevado a cabo las grandes expansiones colonizadoras en EE.UU, en la Rusia zarista, en Europa, …, y con ellas el desarrollo económico, industrial y de prosperidad a las zonas donde llegaba el tren. Pero esto, que conste, también trajo problemas de centralización, sobreexplotación de los recursos, desplazamientos de población.

De la geografía también termino de hablar, pero os preguntareis ¿La filología? Bueno, pensarlo un poco, y comprenderéis que el tren es una vía de introducción cultural, lingüística, musical, de nuevas costumbres. Pero eso si, retrotrayéndonos a hace 100 años. En la actualidad no existen esas barreras culturales ni lingüísticas, salvo en casos específicos y muy particulares, donde entra en juego la mal llamada cultura nacionalista. Pero eso es entrar en camisas de once varas.

De la tecnología es obvio. Desde las primeras locomotoras, que circulaban a la increíble velocidad de 20 km/h a las actuales de alta velocidad que circulan a más de 300 km/h hay toda una evolución tecnológica, de investigación, de desarrollo de nuevos materiales, nuevos planteamientos de ingeniería, … Por eso cuando ves circular por primera vez una nueva unidad y la comparas con las que hasta ese momento circulan puedes apreciar muchas diferencias e innovaciones.

Y a nivel arquitectónico también se puede observar una evolución. Aunque en este caso debería hablar se de involución, pues las nuevas estaciones que se planifican, viaductos y puentes no tienen nada que ver con las desarrolladas a finales del S. XIX y principios del S. XX. Para maravillosos ejemplos tenemos la estación del Norte de Valencia, llamada así, por ser la compañía del Norte quien la construyo, la antigua estación de Atocha, la de Aranjuez o la estación de Francia de Barcelona, por nombrar una mínima parte de las grandes y maravillosas estaciones repartidas por nuestra geografía. De viaductos y puentes solo hay que recorrer cualquiera de las líneas de ancho ibérico que recorren nuestras tierras para ver maravillosas obras de ingeniería y arquitectura civil puestas al servicio del ferrocarril. Yo en particular, os recomiendo la línea de Valencia a Cuenca, y podréis descubrir y observar una serie de estaciones y viaductos que os dejaran con la boca abierta, o la de Tarragona-Mora del Ebro-Caspe-Zaragoza, entre otras muchas.

En definitiva, o en resumen, esta es una breve explicación de por que me atrae el tren, y que conste que no he entrado a describir las emociones, pues eso debéis de descubrirlo por vosotros mismos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Historia de mi afición

Cuando alguien tiene una afición, siempre espera, o al menos anhela, que algún día alguien pueda apreciar y reconocer el tiempo dedicado, los buenos y malos momentos, tu trabajo, en definitiva los frutos de esa afición.

Y ese es lo que comienza a ocurrirme. Desde que era un niño de pañales siempre me han gustado los trenes. Uno de mis primeros recuerdos ferroviarios en un viaje a Francia en tren y el cambio de tren en Port Bou, o el paso del trenet, tren de vía estrecha que circuló hasta los primeros años 90 por la ciudad de Valencia y que fue sustituido por el tranvía, o cuando mi queridos padres me llevaban a rehabilitación al hospital del Mar, o cuando nos íbamos a Gandia a ver a unos familiares y entrábamos en la maravillosa estación del Norte de Valencia, , o cuando iba a la playa o a casa de mis tías en la Malvarrosa y cuando nos acercábamos al paso a nivel de la estación del Cabañal o de la Avda. del Puerto, cruzaba lo dedos para que bajaran las barreras y pasara un tren, y eso que podía representar estar como mínimo 10 minutos esperando a que volvieran a subir, …

También pasaba horas al lado de la vía cuando bajaba al descampado que existía tras la calle de mis tías a esperar ver pasar los trenes, o cuando salía ya de fiesta, eso si ya un poco más mayor, y regresaba de la zona de marcha de la playa hacia casa, y tenia que cruzar inexorablemente las vías. Esas noches casi siempre pillaba enormes y largos trenes de mercancías, sobre todo la madrugada del viernes al sábado. O cuando me pelaba las clases del instituto y me acercaba a la estación del Cabañal. Nunca se me olvidará una mañana de un frío invierno del año 1986, cuando fuimos a dicha estación y encontramos en un descampado un enorme charco congelado y nos pusimos a patinar. Pero la mayor alegría fue cuando entró en la playa de vías un mercante procedente del norte de España con los vagones llenos de nieve. La batalla de bolas fue apoteósica, de las que hacen época, y disfrutamos como nunca. Fue una mañana memorable, y todo gracias a un vetusto tren de mercancías de vagones de madera.

Luego, llegó mi época universitaria, y aunque el tren seguía dentro de mis venas, lo dejé algo de lado. Ya se sabe, nuevas amistades, la primera novia, juergas, ah y estudiar.

Ahora, ya entrado en la cuarentena, y desde hace unos años recuperada la afición de una manera más que palpable, siempre que tengo un poco de tiempo libre, salgo a ver trenes y captarlos con mi cámara olympus, y desde hace un año a expresarme en este blog contando mis aventuras treneras. Y como decía al principio toda afición aspira a ser reconocida de alguna manera. En mi caso el reconocimiento ha sido la solicitud de unas de mis fotografías para ser publicada en un artículo de la revista Itransporte.

Curiosamente una fotografía a un cercanías, a pesar de ser uno de los trenes que menos me llama la atención por lo asiduo de su paso. Pero en este caso la fotografía fue tomada un par de meses antes de que desviaran el tren por la nueva variante de Manuel- l´Enova. Está tomada en la curva que da acceso a la antigua estación y a ras de vía. En fín, como dice el refrán, nunca se sabe cuando salta la liebre. Eso si, os puedo asegurar que mi satisfacción es tan grande como si me hubieran concedido un premio Nobel.

Gracias a todos, pero sobre todo a mis padres y a Amparo.

viernes, 21 de agosto de 2009

Capçanes-Marçà, Tarragona.

Tras casi un mes de silencio, por vacaciones regreso cargado de energía y con ganas de dar guerra. Y que mejor que empezar con otra salida trenera a tierras catalanas, concretamente a Capçanes, Tarragona.


En este pueblo hay un viaducto, el del barranco de Pradell, que se construyó en el año 1891 (Inventario de puentes ferroviarios de España). Está compuesto por 8 arcos y se encuentra en el punto kilométrico 543/515. Bajo este se encuetra la recogida de aguas de un pequeño pantano, el de Guiamets.


Bien, pues el día se prometía con muchas circulaciones, 8 mercantes y varios regionales que debian pasar por donde me encontraba. Además dos amigos treneros se encontraban en la misma línea,pero en la provincia de Zaragoza, con la premisa de avisarnos vía movil del paso de las circulaciones, y de esa manera estar preparados y calcular en tiempo su paso. Así que tras buscar la posición adecuada, con el Sol a mis espaldas y a escasos metros del arranque Oeste del viaducto, me senté a esperar, pues supuestamente en menos de 30 minutos pasaría un mercante proveniente de Tarragona y con destino Zaragoza. Y esperé, esperé, esperé, ... Al cabo de dos horas ya me convencí de que este no pasaría. Menos mal que en esas dos horas pasaron dos regionales, y al menos pillé dos 448, los antiguos intercities.


Seguí esperando y a las 14:20, albricias, pasó el primer mercante, un tolvero con destino, presumiblemente Flix, pues la malla ya no me decía nada. Este era arrastrado por la 250.008. Este modelo de locomotora, de tracción eléctrica, creo que ya lo he comentado alguna vez, se le apoda la "alemana", siendo obvio el por que de este apodo.
Tras esto decidí darme 25 minutos por si venía otro, pero mi gozo se quedó es eso, en el pozo. De camino al pueblo, paré en un sitio que me permitía fotografiar el viaducto en su totalidad, por lo que esperé 5 minutos a que pasara el Regional con destino a Ribarroja del Ebro, y así cazarlo en pleno viaducto, y la verdad, mereció la pena.


Tras esto, marché a Marçà a comer, dado que en Capçanes no estaba abierto el único bar, y comí barato y bien, 12 euros incluido postre bebida y café. En el bar, situado frente a un lavadero, me llamó la atención que había 10 señores en una mesa jugando a las cartas y solo habían pedido una botella pequeña de agua. Imagino que se estarian jugando el café o la copa, pero me resultó gracioso.

Y de la comida a la estación, donde tras otras dos horas de espera apareció el segundo mercante, en este caso el salero procedente de Manresa y con destino Flix y que pasó a las 18:03. Este venia con la doble de japonesas, modelo 269, y con 15 vagones que transportaban 30 tolvas de sal cargadas hasta los topes, es decir cerca de 900 toneladas de sal, casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano. Si esta cantidad de sal se tuviera que transportar en camiones, serían necesarios unos 45 volquetes de 20 toneladas cada uno, con lo que implica de consumo de carburante, contaminación, desgaste carreteras, ... Cada uno que saque las consecuencias que quiera.

Tras el paso del salero y dado que me quedaban cerca de tres horas de marcha, replegué trastos y puse rumbo a Valencia.



Ah, si yo solo pillé dos mercantes, mis amigos, Nacho y Alex, solo vieron como iban cambiando las sombras de posición.

jueves, 23 de julio de 2009

22 de julio Pantano del Regajo, Jérica, Castellón.

Calor sofocante, moscas pegajosas, mosquitos a raudales, pero ahí estaba yo, aguantando y esperando al paso del TRD destino Valencia.

Con esa frase podría resumir la última parte de la tarde trenera de ayer. Tras intentar captar dos mercantes, uno procedente de Silla y el otro de la factoría Ford en las cercanías de Sagunto y estar dos horas esperándoles de plantón, decidí cambiar de aires.

Hace unas semanas, y en compañía de mi gran amiga Noelia, estuvimos recorriendo parte de la vía verde de Ojos Negros. Para quien no la conozca vale la pena recorrerla, bien a pié o a bicicleta, pues atraviesa una zona de una belleza natural extraordinaria. En aquella ocasión me quedé a la altura del pantano del Regajo, vislumbrando en el otro extremo un puente ferroviario de obra, que me plantee fotografiar.

Para ello eché mano de san Google Earth, herramienta que te permite descubrir las vías de acceso a aquellos lugares que quieres visitar. Al menos, es una de las cosas positivas que yo le veo (aparte de ser una manera de “espiar” y visitar todo tipo de instalaciones portuarias y aeroportuarias, tanto civiles como militares).

Así que tras dos horas largas de espera a mis dos mercantes, decidí coger carretera y recorrer los 35 km que separan Sagunto de Jérica. Como recordaba que tenía que coger un camino de piedras junto a una instalación agropecuaria justo antes de una curva (para algo tengo buena memoria visual), cuando la vi, me desvié. En un primer momento no estaba tan mal el camino. Pero era eso, solo en un primer momento. Luego, el pobre coche tuvo que sufrir unos baches y agujeros, que ríete del cañón del Colorado.

Pero al cabo de un par de minutos vislumbré lo que parecía un puente sobre una lámina de agua. Pero este no era, pues tenía solo dos arcos y el que yo buscaba tenía muchos más. Así que tras preguntar a un pescador que estaba en la ribera de esa prolongación del pantano, continué el camino, hasta llegar a una zona de barbacoa. Y allí estaba el puente que buscaba. Con nueve ojos, siendo el segundo del lado este más amplio que los demás, es de una gran belleza, la cual se remarca y refuerza por el ambiente que lo envuelve. Si no lo conocéis, merece la pena visitar ese paraje, el cual está habilitado para poder pasar un día en compañía de la familia o los amigos.

Como llegué sobre las 18.45, tenía algo más de una hora para preparar la foto. Así que saqué el trípode, lo emplace en la posición más adecuada, para evitar sombras, calibré la cámara, puse el cable disparador, para impedir que la presión de mi dedo sobre el disparador la moviera, limpié la lente polarizadota, y como casi siempre, esperé. En este caso, la espera fue muy relajada, disfrutando del trino de los pájaros, el croar de las ranas y el ruido de las hojas mecidas por la brisa. En fin, solo faltaba Amparo …


Conforme iba bajando el sol, el reflejo del puente en las aguas se iba haciendo cada vez más visible, lo cual aumentaba más la belleza del puente, pues el efecto geométrico convertía el medio arco de los ojos, en una circunferencia.

De repente, comencé a escuchar el sonido que esperaba desde hacia una hora. Hice una rápida comprobación del balance de blancos e intensidad de luz, y al paso del TRD, disparé, obteniendo el resultado que veis. Creo que es una de mis mejores fotos ferroviarias, aunque para mi todas tienen su mérito.

martes, 7 de julio de 2009

24 de junio 2009 Incursión ferroviaria en Fuente la Higuera Alicante y Calasparra (Murcia).

Tercera parte, Calasparra, Murcia.

Calasparra, conocida por sus arrozales de arroz bomba, se encuentra en el interior de Murcia, y se llega a través de la autovía Murcia-Albacete, desviándose tras pasar Cieza a la derecha. Su estación de ferrocarril se encuentra a 4 Km. y se accede a ella por una carretera algo estrecha.

Llegué a las 17.30 a su estación, y la temperatura era algo más que calurosa, pues 38º C no es algo con lo que tontear. Una estación coqueta, la cual estaba siendo modernizada con un panel digital, y donde en una de sus apartadas había un tren de obras de COMSA, donde predominaban los vagones porta raíles. Esta estación, tuvo su periodo de esplendor, pues se pueden observar varias edificaciones, antiguos almacenes, depósitos, así como varias vías muertas y apartaderos.

En la estación a lo largo del día paran 4 de los 8 talgos que pasan en ambas direcciones, y que sirve para dar salida a los numerosos habitantes de la comarca, así como a los de las vecinas e incluso de la provincia de Granada, según consulté en una web de la propia localidad.

En su lado oeste, dirección Chinchilla, hay un túnel y en el este, dirección Alcantarilla, una gran curva que permite captar buenas instantáneas.

Tras investigar un poco las instalaciones, observe como el semáforo pasaba a verde, dando vía libre dirección Chinchilla al Talgo Cartagena-Madrid. Así que me preparé, busque la posición más adecuada, pero, no acerté, pues elegí colocarme en el andén principal, por lo que solo pude captar de una manera frontal la locomotora 334, sin apenas percibir el resto de la composición.

La temperatura no descendía y al cabo de 15 minutos de nuevo el semáforo pasó a verde, dirección Chinchilla. Esta vez no cometí el mismo error y me coloqué en el andén secundario. Como por esta línea solo pasan talgos y mercantes, solo cabía esa segunda posibilidad.

Al cabo de unos instantes, comenzó a escucharse un silbido y un ruido característico, y de repente apareció el tren. Era el mercante Escombreras-Getafe, que transportaba 10 vagones de butano. Este era arrastrado por una 333, la maravillosa prima. Esta vez capté el tren de una manera perfecta. De los errores se aprende, y como dice otro dicho, nadie nace sabiendo.

sábado, 27 de junio de 2009

Alicante

24 de junio 2009 Incursión ferroviaria en Fuente la Higuera Alicante y Calasparra (Murcia).

Segunda Parte Alicante

Tras almorzar de una manera pausada y saboreando cada bocado de la maravillosa combinación de lomo, pimiento y patatas, acompañado de cacahuetes y aceitunas, partí camino de Alicante. Mi intención era localizar antes de llegar a la costa, un punto cercano a Sax o Elda, ambas con un maravilloso Castillo, para combinar la historia con la modernidad, y captar una instantánea donde apareciera un tren con el castillo de fondo.
Pero no tuve la oportunidad, por la gran cantidad de tráfico existente y tener que estar pendiente de la carretera.

Eso si, hice una parada en bodegas Bocopa, para comprar caldos, donde me atendieron maravillosamente.

Al ser 24 de junio, día de San Juan, fiesta plena en Alicante, había una gran concurrencia de gentes por sus calles, sobre todo por la zona centro, que se dirigían a ver la mascleta, con lo que, cargado con mi cámara y mi objetivo de 12-60 mm SWD, navegué contracorriente en dirección a la estación término. Allí me encontré con un Euromed y un Altaría que estaban a punto de salir, así como con un cercanías.
Pero lo que me llamó más la atención y que captó todo mi interés fue una maravillosa locomotora de la serie 333.
Esta locomotora fue construida en Valencia por Macosa. La fecha en que entraron en servicio es 1974 y están consideradas como las mejores máquinas diesel de las que dispone RENFE. La subserie 100, a la que pertenece la que está en Alicante, se reformó en 1999 y parece ser que le han dado de baja, y que por lo tanto sus días están contados ¿Qué no hay ninguna asociación de amigos del ferrocarril que la pueda solicitar y de esa manera convertirla en material histórico y preservarla? En fin, el tiempo dirá que ocurre con esta impresionante locomotora.

Tras disfrutar de la 333 me encaminé hacia la zona de la estación de San Gabriel, donde todos los trenes, tanto los dirección Murcia-Cartagena, como los procedentes de estas localidades tienen que hacer la inversión de marcha por no tener triángulo. De camino pasé por la antigua estación de Benalua, junto al puerto de Alicante que está en un estado de abandono y ruina total. Una verdadera pena que se desaprovechen estos espacios, ya que se podrían utilizar como salas de exposiciones, museo ferroviario, o el uso que quisiéramos imaginar.

Una vez llegada a una rotonda existente a la altura de una cadena de hoteles y comprobar que la vía era más que accesible, me dediqué a lo que se hace en estos casos. Esperar. Según el horario que disponía, la circulación de cercanías, se completaba con un Talgo y un mercancías que tendría que salir entre las 15 y las 16 horas de Alicante-Benalua.
Pero el mercancías no pasó y el talgo lo perdí por ir a curarme una herida en la planta del pie. Es la ley de Murphy, y no es la primera ni la última vez que me pasará. Este punto, se puede decir, es el único de la Comunidad Valenciana y en ancho ibérico, que circula a escasos metros del mar, ya que tras la finalización de la variante de Oropesa-Benicasim, solo nos queda este tramo de un par de kilómetros a la orilla del Mediterráneo.

jueves, 25 de junio de 2009

24 de junio 2009 Incursión ferroviaria en Fuente la Higuera Alicante y Calasparra (Murcia).

Primera Parte Fuente la Higuera

Otra jornada de carretera y trenes. Lo de carretera es por los 564 km de ayer, que sumados a los 600 del día 8 de este mismo mes, que me escape a tierras de Tarragona, más los realizados en mis salidas inter semanales a los alrededores de Valencia suman una bonita cifra de km. Pero ya se sabe, sarna con gusto no pica.

Ayer comencé más temprano si cabe, pues a las 7 de la mañana ya estaba en camino de Alicante, por el interior, con el objetivo claro de parar en la zona de los viaductos de Fuente la Higuera y con la excusa, almorzar en “El Serrano”.

Justo antes de este insigne bar-restaurante de carretera, hay un camino, semi asfaltado los primeros metros, que me aventuré a coger. Así, de improviso, así soy yo. Deduje que pasaría cerca del viaducto y me ahorraría el ir cargado con la cámara y ganar algo de tiempo. Y en efecto, así fue, pues al cabo de unos minutos pasé por debajo del viaducto, con lo que mi objetivo estaba más cercano.

Aparqué el coche en una era, y empecé a buscar un punto aceptable, donde la luz no me hiciera las inoportunas sombras o reflejos. Decidí continuar el camino por el que había llegado, que pasaba por una antigua edificación abandonada. En ese momento escuché un ruido inconfundiblemente ferroviario, y preparé mi cámara, deseando que no fuera el mercante. Afortunadamente era un regional.
Tras este breve inciso continué el camino y aparecí junto a la valla de seguridad ferroviaria. Pero con la fortuna de que había una puerta rota, y me decidí a traspasar su frágil umbral.

Así me encontré a pie de vía junto al primer viaducto. Pero yo esperaba un mercante que venía en la otra dirección, y no quería que me ocurriera como en Duesaigües, que me posicioné mal y capté los trenes de “culo”. Así que decidí avanzar hacia el otro viaducto, por lo que debía atravesar la trinchera por la que discurren las vías. Esta es muy fácil de cruzar, pues sus márgenes son muy anchos y se puede andar sin dificultad.

Tras 10 minutos de paso rápido, me encontré en el inició del segundo viaducto, el más cercano a Fuente la Higuera, y tras buscar un apoyo, esperé. La vista desde el viaducto es impresionante, y me quedé absorto disfrutando de la vista. De repente empezó un ruido semejante a un avión, pero este procedía de un tren. Se trataba del TALGO, que venía raudo y veloz desde el sur en dirección a Valencia. Por el horario se trataba del Talgo Murcia –Barcelona. El ruido al cruzar el inmenso viaducto fue indescriptible, lo que provocó que el vello se me erizara. Desde luego repetiré la experiencia.


Esperé un rato más esperando a mi mercante procedente de Trasona y con dirección a Sagunto, un bobinero. Por la información que disponía este debía pasar a las 8 por La Encina, pero como el horario de los mercantes es imprevisible, y ya eran las 9.30, decidí retirarme e ir hacia el primer viaducto. De camino pasó el regional Express Alcazar de San Juan-Valencia.

Al llegar al primer viaducto, el más alejado de Fuente la higuera, cometí un error, y fue buscar una sombrita bajo un pino, junto al inicio del viaducto. Error, por que desde esa posición su barandilla de protección cortaba la visión. Pero de esto me dí cuenta cuando pasó, raudo y veloz una unidad S-130 dirección a Madrid, que lógicamente salió medio tapada. En fin, como dice la última frase de una de mis pelis favoritas, nadie es perfecto (os dejo el intríngulis para que sepáis cual es).

martes, 9 de junio de 2009

8 de junio 2009 Incursión ferroviaria en Tarragona y provincia






Ayer lunes me hice 600 km en total. Llegué a Tarragona ciudad. Después me desplacé a Duesaigües, en el Baix Camp, baje a Amposta, paré en Alcala de Xivert y terminé en Massalfassar. Un día muy movidito pero todo lo positivo y relajante que yo esperaba. Lo de ir en lunes fue “gracias” a que el domingo estuve en una mesa electoral, por lo que disponía de 5 horas compensadas por ley, a lo que sume 3 y media de las mías acumuladas.

La verdad que fue un día muy provechoso, fotográficamente hablando. Logré cazar cuatro mercantes, varios largo recorridos, entre ellos mí querido García Lorca y un par de regionales. De los cuatro mercantes, dos fueron en el incomparable marco del viaducto de Duesaigües.


Esta localidad tarraconense, Duesaigües, de la comarca del Baix Camp es una localidad que a pesar de tener el tren sobre sus cabezas, no tiene ni estación ni apeadero, cosa también lógica pues es una pequeña población de 200 habitantes.

El viaducto es magnífico, con 14 arcos que salvan el valle por donde discurre un pequeño río que desemboca en el pantano de Riudecanyes, el cual debes bordear para llegar al pueblo. Pero este no es el único viaducto, pues al otro lado del pueblo hay otro de 9 arcos, el cual no fotografié por desconocerlo. Así que me veré obligado a regresar en agosto, cuando tengo mis días de vacaciones.

Después de merodear un poco, decidí subir por un caminito que arrancaba junto a un puente antes del acceso al pueblo, y que me permitiría ponerme en una loma, desde la que tenía una magnífica panorámica de toda la extensión del viaducto. Con alegría descubrí un pequeño puente que pasaba por encima de la vía férrea justo a la salida de un túnel ferroviario, lo que me permitiría escuchar la llegada del tren desde ese sector, y por lo tanto prepararme. Tras la jornada descubrí que elegí mal la posición, pues desde esa posición “pillaría” correctamente a los trenes descendentes, no a los ascendentes, que son justamente los que circularon. Pero bueno, desconocía las circulaciones, y la verdad no me arrepiento de esa localización. En venideras visitas cambiaré la posición, para de esa forma pillar los ascendentes por la mañana y los descendentes por la tarde. En fin, que nunca llueve a gusto de todos.


Así que tras posicionarme cómodamente sentado sobre una cómoda piedra, me dediqué a contemplar el paisaje, disfrutar del Sol y de la brisa. Hasta que comencé a escuchar un ruido que provenía del túnel. Así que me levanté, preparé la cámara y disparé al “salero” que subía en dirección de la localidad de Flix cargado con 30 contenedores llenos de sal hasta los topes. Lógicamente lo pille de “culo”, pero el espectaculo fue sublime.


Casi sin tiempo de recuperarme, y tras clavarme un par de “cómodas ramitas” en un par de mini excursiones en busca de un mejor emplazamiento, de nuevo escuche el ruido típico del paso de un tren por un túnel. Así que salí disparado hacia la posición inicial, y cace un portacoches, vacío, todo amarillito él. También en dirección Flix, y por lo tanto de “culo”. En fin, que os puedo decir, de nuevo una alegría, que solo se siente cuando haces algo de lo que te sientes orgulloso y te llena. Si pudiera me dedicaría a esto todos los días. No pierdo la esperanza.

jueves, 4 de junio de 2009

Vossloh Euro 4000 6003 TAKARGO

3 de junio Massalfassar

Hace unos días unos compañeros y colegas de afición ferroviaria, Nacho y Alex, me indicaron que iba a circular una de las nuevas locomotoras que Vossloh está fabricando para la compañía portuguesa Takargo. En concreto el modelo es Vossloh Euro 4000 o también conocidas como las 335. El recorrido habitual es subir a Barracas, para poner a prueba la potencia en las rampas del Ragudo y luego bajar de nuevo hacia Valencia. En este caso circulaba con 19 tolvas de arena que recogió en Valencia-Fuente San Luis. Al ser un día laboral, lo tenía difícil para poder “pillarla”, así que decidí pedirme la tarde con las horas extras que tengo acumuladas, y así a las 14.30 salí disparado hacia Barracas para ver si tenia la oportunidad de cazarla.

Por el camino, que en buena parte discurre paralelo a la vía, iba pendiente de ver si la localizaba, ya de regreso a Valencia, pero no tuve fortuna. Cuando llegué a Barracas y comprobar que ya había salido, decidí regresar, algo apesadumbrado, a Valencia, pues debí cruzármela en algún lugar sin visibilidad directa. Para no terminar de frustrarme decidí parar en uno de mis sitios de “caza” habituales, la estación de Massalfassar, que con sus 5 vías permite fotografías limpias de postes de catenarias. Llegué a las 17 horas y decidí no estar más allá de las 18.30, para estar en casa temprano y salir de cena con mi pareja.

Tras el paso del García Lorca, que casi lo pierdo por segundo día, un par de Talgos, Euromed, TRD y los numerosos cercanías, los cuales , la verdad sea dicha, no les tiro ni para probar la luminosidad ni balance de blancos, apareció un triple foco que venía desde Valencia.


Me extrañó, pues el TRD, que también lleva triple foco, hacía poco que había pasado. Así que puse el tele a tope, disparé y amplié. Y, oh sorpresa, era una locomotora roja. Este es el color elegido por la empresa portuguesa para sus locomotoras. Así que me preparé, me acerqué hacia el lado sur del andén, y pude captar la maravilla de la Euro4000, 335 o 6003. Pude fotografiarla de cerca, mientras cambiaba el maquinista de cabina, y le daban vía libre para regresar de nuevo a la factoría tras un duro día de pruebas.


La gama de color de esta compañía es maravilloso, con las dos tonalidades de rojo, que le dan un aspecto imponente a esta locomotora, ya de por si maravillosa, y que le dan un brío y una vistosidad mucho mayor que el blanco utilizado para la decoración de las locomotoras de RENFE. Otras operadoras privadas utilizan también colores menos discretos que el blanco, como el verde esmeralda de Angel trains, el azul de Comsa o el amarillo y azul de Continental rail. En fin, para gustos colores.


Espero, poder contar con otros chivatazos, y poder fotografiarlas en el recorrido que discurre entre Sagunto y Barracas.

lunes, 25 de mayo de 2009

FIN DE SEMANA FERROVIARIO: TERCERA Y ÚLTIMA PARTE, LA ENCINA.

3 de mayo La Encina

En teoría el domingo tres de mayo, día de la Madre, debía salir después de la comida familiar de Jaén con destino valencia. Pero ante la coincidencia de puente festivo y carrera de motos en Jerez, mi madre insistió en que marchara pronto a Valencia para evitar aglomeraciones.

Así que a las 10 de la mañana ya estaba camino de Valencia, por lo que decidí desviarme de la ruta unos kilómetros y en vez de bajar por el puerto de Almansa, desviarme hasta el nudo ferroviario de La Encina, donde ya estuve en octubre y hacer unas cuantas fotografías.

Nada más llegar tuve la fortuna de que pasara un Alaris, S-130, destino Madrid y procedente de Alicante, pero luego ya las circulaciones desaparecieron, cosa lógica por tratarse de domingo y reducirse el tráfico. Así que me dediqué a pasear por la estación y hacer varias fotos al cementerio de vagones existente en esta estación.

Pero, como en Albacete y Vadollano, no estaba solo. Había un par de ancianos, uno acompañado de su mascota perruna, que estaban paseando por las instalaciones. Recordar que La Encina es un verdadero poblado ferroviario, donde en cada rincón de sus calles hay claras referencias al ferrocarril. Solo hay que ver su paseo, la iglesia, donde el reloj es el de la estación o donde el Cristo esta clavado sobre traviesas y raíles ferroviarios. También tienen una bonita colección museística en lo que allí denominan el “cine”.


Retomando al anciano y su mascota, me acerque a saludarlos, y entablé conversación con el señor. Resulta que, obviamente, había sido ferroviario durante 45 años, de los cuales 25 fogonero, y que era una lástima que la estación esté tan desangelada. Desde que construyeron el By-pass, ya no paran las circulaciones destino Alicante y Murcia, procedentes de Valencia a hacer la inversión de marcha y aquellos habitantes de La Encina que quieren coger un tren destino a cualquier lugar deben coger el único regional que para en la estación y dirigirse a Alicante a coger cualquier otro tren de largo recorrido. También me comentó que era increíble que se estuviera deshaciendo la placa giratoria de la estación, que era la más grande de la época, pues podían entrar en ella cualquiera de las locomotoras existentes. Y la verdad que es impresionante. En mi anterior visita, en octubre de 2008, quedé deslumbrado de su tamaño y de su estado. Creo que sería más que interesante que RENFE o cualquiera de las asociaciones de ferrocarril de la Comunidad Valenciana, se interesara en la conservación de este elemento ferroviario.

En un momento dado se unió a la conversación un trabajador de Renfe, al que pregunté, por curiosidad, si iba a pasar algún mercancías. Este me comentó que desde el inicio de la crisis el paso de mercancías había descendido de una manera alarmante. Que antes de la crisis por la noche podían pasar más de 30 mercancías, y que ahora no llegaba a 15. En fin, esperemos que pronto esto pase y se normalice todo.

Por cierto, y siguiendo con la estación, es una maravilla, con su color verde claro, su marquesina, su playa de vías, vamos que os invito a visitarla y pasar una jornada trenera en sus instalaciones. Eso si, intentar que no sea día festivo.

viernes, 15 de mayo de 2009

FIN DE SEMANA FERROVIARIO: SEGUNDA PARTE VADOLLANO

2 de mayo: estación de Vadollano.

Vadollano es una estación, en la actualidad abandonada, donde antaño había un gran movimiento ferroviario. De hecho aún quedan restos y vestigios de su antiguo esplendor. Aparte de las tres vías operativas, hay seis más inutilizadas y dos que podrían utilizarse como vías muertas para alguna locomotora o dresina. Junto a éstas pueden verse vestigios de tres cargaderos, uno de balasto, otro de carbón y otro de ganado, según me comentó el amigo Manuel. Esta estación dada su importancia también tenía una placa giratoria, para la inversión de marcha de las locomotoras que servían de apoyo a los ascendentes, con su correspondiente depósito de locomotoras. De la placa giratoria apenas quedan vestigios, pues con las obras de adaptación y desdoblamiento de la línea entre Vadollano y Linares, quedó enterrada con los escombros. Desde esta misma estación hay una vista inmejorable de un puente metálico, del curvón previo al acceso norte de la estación, así como de todo el recorrido ascendente antes de llegar a la estación de Vilches, lo que permite, con bastante tiempo, ver los trenes descendentes procedentes de Despeñaperros.


A esta estación quería acudir desde hace bastantes años, pues al ser mis padres de la zona, cada vez que íbamos hacia Linares o Jaén, pasábamos junto a ella, y dada mi afición a los trenes siempre esperaba poder vislumbrar un tren. En fin, que el fin de semana festivo del primero de mayo, con la ocasión del día de la Madre y la visita a mis padres, me escapé a dicha estación a pasar una jornada trenera. Gracias a un colega, tenía la malla completa de circulaciones, con lo que sabía, con más o menos exactitud, el horario de paso por esta estación. Así pues, como desperté temprano, a las 9.30 me dirigí hacia la estación para llegar a las 10.10 y fotografiar antes de y media el primero de los trenes de pasajeros destino Madrid. Cual fue mi sorpresa que a los 4 minutos de llegar, y casi sin tiempo a prepararme pasó el químico procedente de Huelva y destino Vicalvaro, que tenía su hora de paso prevista hora y media después. No me pilló en la posición adecuada, pues quería estar en el anden principal y no en el central, pero pude al menos captar este mercancías arrastrado por dos locomotoras de la serie 269 y conocidas como japonesas. Os podéis imaginar que el nombre les viene por su origen de diseño.



Tras este primer encuentro, comenzó el desfile de largo recorrido y regionales que me tuvieron entretenido hasta la hora de comer, que decidí investigar y seguir un camino de tierra que había visto en el Google maps y que discurría en paralelo a la línea hasta prácticamente la estación de Linares. Tras hacer algunas fotografías en la estación y comer de manera extraordinaria a base de tapitas, regresé a Vadollano, esta vez por la carretera convencional, para no dañar más los bajos de mi coche.


Al llegar de nuevo a Vadollano para la “caza” de la tarde, coincidí con un matrimonio que llegó al mismo tiempo que yo. El hombre había vivido de pequeño en la estación, pues su padre había sido jefe de estación, y estaba recordando instantes de su niñez. Este me contó varias “hazañas” y lo conocido que era junto con su mellizo. Vamos una especie de Zipi y Zape. Tras su marcha y el paso del regional destino Jaén, apareció un señor acompañado de sus dos mascotas. En un primer momento pensé que había terminado de comer en el restaurante cercano de la estación y que estaba paseando a sus simpáticas mascotas. Pero estaba más que equivocado, pues se trataba de un miembro de la asociación de amigos del ferrocarril de Linares, que había ido a la estación a fotografiar el regional y el García Lorca. Este me contó varias historias más que interesantes de la estación y alrededores y pasamos un ratito de tertulia. En eso vimos llegar al García Lorca descendente, con sus nueve coches de viajeros. Así que nos preparamos y lo captamos. Fue un rato más que agradable y que me ayudo a pasar la tarde de una manera más amena si es posible. Tras su marcha busque una nueva posición, pues aún quedaba bastante tiempo para la siguiente circulación. Encontré una estupenda, y que he memorizado para mi próxima visita y que me permitirá fotografiar a los trenes a la entrada de la estación lado norte y en plena curva. Como me entró el cansancio, decidí no esperar y partí para la localidad de mis padres. Eso sí, cuando pueda regresaré a esta maravillosa estación.

jueves, 7 de mayo de 2009

FIN DE SEMANA FERROVIARIO: PRIMERA PARTE ALBACETE

Este primer fin de semana de mayo, aprovechando la festividad que caía en viernes, aproveché para varias cosas. Primero y principal, visitar a mis padres en el pueblo, allá por Jaén, y segundo, hacer fotografías en varias estaciones: Albacete, Vadollano, Vilches, Linares y La Encina.

1 de mayo: Depósito y placa de Albacete

El pasado 1 de mayo, camino de Jaén, realicé un reportaje fotográfico del depósito y placa giratoria de la estación de Albacete. Es un sitio al que quería ir desde hacía bastante tiempo, y ya me había dicho a mi mismo que no podía pasar de este año, pues corría el riesgo de llegar y no encontrarlo. Así que me metí en el Google maps y localicé un camino que iba paralelo a la autovía y que conducía, pasando un puente justo al depósito.

Una vez en el depósito, descubrí, con gran sorpresa que había más gente fotografiando y paseando por las instalaciones. Eran tres aficionados ferroviarios de Alzira, que estaban de jornada fotográfica y que, tras pasar por Albacete, tenían previsto llegar hasta Motilla del Palancar a ver las obras del AVE. Tras conversar un rato, hacer fotografías, intercambiar correos electrónicos, apareció un guardia de seguridad, que muy amablemente nos indicó que no podíamos estar en esas instalaciones.


Tras indicarle cuales eran nuestras intenciones, nos comunicó que el tenía esas órdenes y que no podía hacer nada. Pero nos comunicó algo que ya habíamos comentado entre nosotros, y es que dentro de muy poco, toda esa zona será derribada, como ha ocurrido en valencia con la Vía 19, para dar paso a la línea de Alta Velocidad. Así que aún me alegré más de haber decidido ir esa mañana.

La placa giratoria estaba en perfectas condiciones de uso, al igual que el depósito, el cual tenía ocupados cada uno de sus plazas por vagones y alguna que otra dresina desguazada. También sirve de almacén a varias empresas de mantenimiento de vía, con lo que tendrán que buscarse un nuevo emplazamiento para almacenar sus materiales.

En fin, que dentro de nada, solo quedará la memoria gráfica de este depósito y la de las personas que en él trabajaron.

lunes, 27 de abril de 2009

¿Autorización necesaria?

La semana pasada me acerqué a la estación de la Fuente de San Luis con la esperanza de fotografiar algún mercancías o alguna locomotora que estuviera esperando una revisión en el depósito de esta estación de mercancías. Tras preguntar y comunicarle mis intenciones fotográficas al factor, este me indicó, muy amablemente, que iba a hacer su entrada un mercancías en breves instantes, aunque por el lado contrario al que nos encontrábamos, por lo que era materialmente imposible poder fotografiarlo.

Por lo que de mi objetivo inicial solo pude conseguir la segunda parte. Capte a varias locomotoras estacionadas en el depósito.


También pude fotografiar unos cuantos trenes de largo recorrido, Talgo y Euromed así como un regional.
La tarde se estaba poniendo interesante, hasta que apareció un guardia de seguridad, que eso si, también de una manera muy amable, me comunicó que no podía seguir haciendo fotografías, dado que le habían comunicado sus superiores que estaba prohibido. Entiendo que fotografiar en determinadas partes de la estación, como interiores de los talleres, playa de vías de mercancías, … tenga su acceso restringido, pero por los andenes, que son de libre afluencia, lo veo absurdo. Y eso que desde el 1 de abril de 2008, ya no es necesario disponer de un carnet de fotógrafo aficionado, que la propia ADIF lo realizaba, dando vía libre, y nunca mejor dicho, a poder realizar fotografías de una manera libre, siempre y cuando no se pusiera en peligro la circulación ferroviaria ni se molestara en los trabajos habituales.

Yo intente explicarle al guardia de seguridad que ya no era necesaria ninguna identificación ni permiso de ADIF, pero me fue imposible hacerle entrar en razón, por lo que al final, y para evitar males mayores decidí retirarme y partir a otro de mis lugares de caza habituales y donde no se me va a presentar nadie a molestar, salvo algún ocasional despistado que siempre pregunta y se interesa por lo que estoy fotografiando.