martes, 21 de abril de 2009

Manuel-L´Enova

Por fin he ido a Manuel a fotografiar en su estación y en sus calles el paso del tren. ¿Por qué he ido? Por el hecho de que en breve se va a abrir la variante que va a evitar que el tren pase por medio del pueblo. Y cuando digo medio, casi me quedo corto, pues la trinchera ferroviaria en algunos puntos es el mismo muro de las casas. Los dueños de estas casas serán los que más contentos estarán por que por fin finalice el suplicio de temblores y molestos ruidos cada vez que pasa un tren.



Pero también hay personas que no están contentos, pues la nueva estación queda algo alejada de la población, y tendrán que utilizar un medio de trasporte a motor o desplazarse andando para llegar a la estación. Ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos.


En mi opinión es más que necesario este tipo de actuaciones, pues aparte de las molestias por ruidos y vibraciones, está el peligro de ser arrollado por uno de los muy numerosos trenes que circulan. Estuve aproximadamente 3 horas fotografiando, y entre cercanías y media y larga distancia pasaron unos 25 trenes, es decir uno cada 7 minutos y 20 segundos de media.

Estas actuaciones, dentro de poco se van a repetir en otras poblaciones de la geografía valenciana como Roca-Cuper, Albuixech, Puzol, … sobre todo cuando se ponga en marcha la construcción de la línea de alta velocidad Valencia-Castellón. Esta línea, en proyecto, ya está provocando más de una controversia entre las administraciones locales, comunitarias y estatales por el discurrir del nuevo trazado de LAV y la de ancho ibérico.

Retomando Manuel, la tarde pasada fue más que provechosa, con la única pega que los dos mercancías que circularon por ese trayecto los pillé montados en el cercanías destino a Manuel y de regreso a Valencia y que nada más llegar a Manuel, pasaba el García Lorca destino Valencia. En fin otra vez será.