lunes, 25 de mayo de 2009

FIN DE SEMANA FERROVIARIO: TERCERA Y ÚLTIMA PARTE, LA ENCINA.

3 de mayo La Encina

En teoría el domingo tres de mayo, día de la Madre, debía salir después de la comida familiar de Jaén con destino valencia. Pero ante la coincidencia de puente festivo y carrera de motos en Jerez, mi madre insistió en que marchara pronto a Valencia para evitar aglomeraciones.

Así que a las 10 de la mañana ya estaba camino de Valencia, por lo que decidí desviarme de la ruta unos kilómetros y en vez de bajar por el puerto de Almansa, desviarme hasta el nudo ferroviario de La Encina, donde ya estuve en octubre y hacer unas cuantas fotografías.

Nada más llegar tuve la fortuna de que pasara un Alaris, S-130, destino Madrid y procedente de Alicante, pero luego ya las circulaciones desaparecieron, cosa lógica por tratarse de domingo y reducirse el tráfico. Así que me dediqué a pasear por la estación y hacer varias fotos al cementerio de vagones existente en esta estación.

Pero, como en Albacete y Vadollano, no estaba solo. Había un par de ancianos, uno acompañado de su mascota perruna, que estaban paseando por las instalaciones. Recordar que La Encina es un verdadero poblado ferroviario, donde en cada rincón de sus calles hay claras referencias al ferrocarril. Solo hay que ver su paseo, la iglesia, donde el reloj es el de la estación o donde el Cristo esta clavado sobre traviesas y raíles ferroviarios. También tienen una bonita colección museística en lo que allí denominan el “cine”.


Retomando al anciano y su mascota, me acerque a saludarlos, y entablé conversación con el señor. Resulta que, obviamente, había sido ferroviario durante 45 años, de los cuales 25 fogonero, y que era una lástima que la estación esté tan desangelada. Desde que construyeron el By-pass, ya no paran las circulaciones destino Alicante y Murcia, procedentes de Valencia a hacer la inversión de marcha y aquellos habitantes de La Encina que quieren coger un tren destino a cualquier lugar deben coger el único regional que para en la estación y dirigirse a Alicante a coger cualquier otro tren de largo recorrido. También me comentó que era increíble que se estuviera deshaciendo la placa giratoria de la estación, que era la más grande de la época, pues podían entrar en ella cualquiera de las locomotoras existentes. Y la verdad que es impresionante. En mi anterior visita, en octubre de 2008, quedé deslumbrado de su tamaño y de su estado. Creo que sería más que interesante que RENFE o cualquiera de las asociaciones de ferrocarril de la Comunidad Valenciana, se interesara en la conservación de este elemento ferroviario.

En un momento dado se unió a la conversación un trabajador de Renfe, al que pregunté, por curiosidad, si iba a pasar algún mercancías. Este me comentó que desde el inicio de la crisis el paso de mercancías había descendido de una manera alarmante. Que antes de la crisis por la noche podían pasar más de 30 mercancías, y que ahora no llegaba a 15. En fin, esperemos que pronto esto pase y se normalice todo.

Por cierto, y siguiendo con la estación, es una maravilla, con su color verde claro, su marquesina, su playa de vías, vamos que os invito a visitarla y pasar una jornada trenera en sus instalaciones. Eso si, intentar que no sea día festivo.

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